"No he conocido a nadie que fuera
capaz de alegrarse como ella de las
cosas sencillas de la vida:
personas y animales,
estrellas y libros,
todo le interesaba,
y su interés no se basaba en la altivez,
en la pretensión de convertirse en experta,
sino que se aproximaba a todo lo que la vida le daba
con la alegría incondicional de una criatura
que ha nacido al mundo para disfrutarlo".
Sándor Márai